| MIAMI, FLA. — Los nicaragüense-americanos de la Florida continúan enfrentándose a las dificultades de tener a su patria como rehén del régimen criminal de Ortega y Murillo. Mientras Val Demings guarda silencio en medio de una nueva ola de represión contra los nicaragüenses y la Iglesia Católica, esta importante comunidad de la Florida sabe que tiene en Marco Rubio un defensor y líder en Washington D.C. En los últimos meses, la dictadura de Nicaragua ha redoblado sus ataques en contra de la Iglesia Católica. Siguiendo el manual de la dictadura cubana de perseguir a los católicos, el régimen de Ortega y Murillo expulsó a las Misioneras de la Caridad de Nicaragua, censuró estaciones de radio católicas en el país y niega la entrada a la misa de los feligreses católicos. “A medida que el aparato represivo del régimen de Ortega y Murillo continúa atacando a sus ciudadanos y a los católicos, Rubio ha condenado esta persecución. A diferencia de Rubio, su contrincante demócrata Val Demings ha optado por permanecer en silencio sobre esta situación todo mientras ingenuamente se refiere a Ortega como presidente. Los nicaragüense-americanos en Florida merecen seguir siendo representados por un líder que siempre los ha respaldado y que nunca ha dejado de condenar al régimen de Nicaragua”, dijo Laura Ortiz, Directora de Medios Hispanos de Marco Rubio para el Senado. |
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